La periimplantitis es la inflamación de aquellos tejidos adyacentes a un implante. Esta inflamación ocasiona la pérdida del soporte óseo donde está integrado. Cuando solamente están dañados los tejidos blandos, podemos hablar de una mucositis periimplantaria que, si no se trata a tiempo, origina la periimplantitis. Pero veamos esto de forma más detallada.
¿Qué es la periimplantitis?
La periimplantitis es lo mismo que la periodontitis (antigua piorrea), pero, en vez de alrededor de un diente, alrededor de un implante. Con lo cual, la periodontitis/periimplantitis es la pérdida de hueso alrededor de un diente/implante debido al cúmulo de placa bacteriana y/o sarro en la superficie del diente/implante.
La única forma de evitar dicha pérdida de hueso alrededor de un diente/implante es con la higiene oral personal diaria (3 veces al día) y por un profesional cada 6-9 meses.
Nosotros lo explicamos siempre igual: imagínate que vas a la playa y pones tu sombrilla (diente/implante) en la arena (hueso), y de repente un niño empieza a quitarte la arena que rodea a tu sombrilla; llegará un momento que tu sombrilla se empiece a mover y se caiga; el problema no es de la sombrilla en sí, sino de la arena. Pues los cimientos del diente/implante son la arena de la playa. La PERIODONTITIS/PERIIMPLANTITIS es la reabsorción de los cimientos (hueso+ encía) del diente/implante.
Síntomas
Algunos síntomas que puedes notar si sufres esta enfermedad son:
– Enrojecimiento de la encía que rodea al implante.
– Dolor cuando presionas o golpeas la zona.
– Movilidad del propio implante.
– Sangrado.
– Cálculos alrededor del implante.
Si notas alguno de los síntomas enumerados, no dudes en acudir al dentista. Todos estos problemas tienen mejor solución cuando se pone remedio a tiempo.
Tratamiento
Cuando los implantes se empezaron a realizar, la solución era muy drástica: solo había una opción, retirar el implante. Sin embargo, en la actualidad existen otras alternativas terapéuticas. Por supuesto, en los casos de mayor gravedad, es inevitable la pérdida de dicho implante.
No obstante, el tratamiento más utilizado en la actualidad pasa por una combinación de dos medidas terapéuticas: la administración de antibióticos y el raspado subgingival.
El raspado subgingival o desbridamiento subgingival consiste en aplicar los medios mecánicos, manuales y químicos necesarios para efectuar la separación de los tejidos dañados y eliminar la inflamación, con la consiguiente regeneración de los mismos.
Los medios mecánicos consisten en destruir la placa bacteriana, mientras que los químicos pasan por la utilización de ciertos antisépticos, que suelen ser la clorhexidina al 0,12 {a3fa80bdb911d719c1d419d0e1447ded4d323f7dd2d96c7cc5ae69043ccf9d6b}, combinada con el cloruro de cetilpiridinio al 0,05 {a3fa80bdb911d719c1d419d0e1447ded4d323f7dd2d96c7cc5ae69043ccf9d6b} sin alcohol.
Los procedimientos que se utilizan son los siguientes:
– Eliminación del tejido dañado.
– Tratamiento alrededor del implante para eliminar todo resto de bacterias.
– Curación y restauración de la zona ósea.
No obstante, todo dependerá del avance que presente la enfermedad.
5 pasos para prevenir la periimplantitis y cuidar los implantes
Te recomendamos lo siguiente:
1. Si tienes previsto ponerte algún implante, prepara antes bien tu boca. Una boca sana es lo principal.
2. Elimina los factores de riesgo como el tabaco.
3. Higiene bucal. Realiza la limpieza de tu boca cuidadosamente tres veces al día. Cambia el cepillo cada 3 meses y elimina los restos de comida en los lugares más difíciles con un irrigador dental.
4. Si notas inflamaciones, enrojecimientos, molestias, etc. no dudes en acudir al especialista y realiza la limpieza bucal esmeradamente.
5. Informa al dentista si has sufrido con anterioridad alguna enfermedad de encías y cuídalas de forma especial.
Por último, no olvides que, tanto para prevenir la periimplantitis como para cuidar tus implantes, la higiene bucal es la clave, así como las visitas periódicas al especialista.